Este mes de julio nos acompaña en el blog de muyjondo Digital Art, como firma invitada, Rosa Berros Canuria. Nos trae tres historias que se adentran en las mentes, vidas y circunstancias de personajes bien construidos, con algunos misterios y tramas que despiertan la curiosidad lectora. Son tres recomendaciones para disfrutar de este periodo estival, y no en vano, porque Rosa es una verdadera apasionada de los libros y prolífica bloguera que desde 2014 nos obsequia con reseñas en su espacio personal de Blogspot Cuéntame una historia. No tienes más que visitarlo para comprobarlo por ti mismo. Si navegas por su sitio online te vas a encontrar agradables sorpresas. Además de sus frecuentes y puntuales reseñas, un apartado dedicado a la novela negra y policíaca así como secciones para comentar películas -otra de sus pasiones-, ciudades y paisajes, bellos homenajes a destacados autores que nos han dejado, e incluso retos en los que se embarca; sin olvidarnos de sus propios relatos, que también han cosechado varios premios. Por si fuera poco, Rosa escribe en la revista Moon Magazine. Así que no podemos estar más que agradecidos porque haya querido colaborar con nosotros. Con estos tres fantásticos títulos cerramos la sección por vacaciones. Nos leemos en breve.
Como polvo en el viento, de Leonardo Padura
Como polvo en el viento empieza en 2016, cerca de Miami, con Adela, una joven estadounidense de padre argentino y madre cubana que al ver una foto descubre que su vida esconde algún misterio que la puede poner patas arriba.
De ese 2016 viajaremos a 1990, al momento en que se hizo la foto, y conoceremos a un grupo de amigos celebrando un cumpleaños en La Habana. Un grupo de amigos que no saben que es la última vez que están todos juntos porque a partir de ese momento, la historia de su país y la suya propia se les echará encima y los dispersará como el viento esparce el polvo.
De la mano de los distintos amigos iremos conociendo la Historia de Cuba y el devenir de su revolución; las distintas oleadas de huida del país, algunas propiciadas por el propio Régimen y otras jugándose la vida y la libertad ante la fuga prohibida.
También seguiremos las vicisitudes de Adela y de su madre, Loretta. E iremos descubriendo qué fue lo que sucedió y qué es lo que une a estos dos personajes con los de la foto de 1990 en Cuba.
Como polvo en el viento es un libro espléndido en el que Cuba es un personaje más, un personaje que influye en el devenir de los otros, los humanos, jugando con ellos y llevándolos y trayéndolos en las ventoleras de su historia. Porque Como polvo en el viento es eso: el devenir de unos personajes movidos de acá para allá como polvo en un día ventoso.
La tienda de la felicidad, de Rodrigo Muñoz Avia
La evolución lógica de la novela epistolar es esta novela constituida por correos electrónicos. Los correos electrónicos que escribe y los que recibe Carmelo Durán.
Tiendas que ofrecen la felicidad y que cada mañana le saludan con una oferta nueva; Atención al Cliente de Carrefour Online que pronto se convertirá en M. Carmen Gómez, trabajadora de dicho Centro y que pasará a ser una constante en la vida de Carmelo; alertas de Google en las que contempla el triunfo de su hermano como autor dramático y su propio ninguneo ante su única novela; llamadas personales de su madre, su hermano, su sobrino; la presidenta de la comunidad de vecinos que le transmite las quejas del vecindario ante sus rarezas y atentados a la normal convivencia.
Y es que Carmelo es un tipo raro, seguro de sí mismo, excéntrico, que tan solo quiere que le dejen en paz y desconectar de móviles y teléfonos que lo sorprendan cuando menos desea. Carmelo tan solo al correo contesta, eso sí, cuando le apetece y le conviene. No está pendiente de los like, los meme, los share y demás monsergas. Vive apartado porque no le gusta demasiado el mundo y casi ninguna persona. Aunque ahora hay una que le puede sacar de su aislamiento.
Pero Carmelo no es tan solo lo que aparenta. Tras su seguridad en sí mismo, se esconde un hombre vulnerable, deseoso de amor y de aceptación, tierno en su autocomplacencia. Y siempre ocurrente, original, lógico en sus razonamientos, aunque pueda retorcer la lógica hasta llegar al sofisma. Un personaje que a veces carga un poco, pero que termina por cautivarnos totalmente.
El reino, de Jo Nesbø
El reino es una historia tan trepidante que cuando coges el libro entre tus manos resulta difícil soltarlo. Jo Nesbø sabe jugar con el lector, lo trae y lo lleva del pasado al presente, le rompe los esquemas volviendo negro lo que era blanco y gris lo que no se sabía cómo era.
Nos sumerge en un mundo duro en el que las temperaturas pueden llegar a los 30 grados bajo cero, en la montaña noruega, donde los siniestros de tráfico son frecuentes y en ciertos lugares parece que se concentran.
Roy nos cuenta su historia en primera persona. Huérfano desde muy joven, uno de esos accidentes, tuvo que cuidar de su hermano Carl. Ahora Roy vive solo en una granja apartada y se encarga de la gasolinera del pueblo. Pero su soledad está a punto de terminar porque Carl va a volver de Estados Unidos donde lleva viviendo quince años. Viene además con planes que podrían hacer revivir la zona y enriquecer a sus habitantes: quiere construir un Hotel Spa en lo alto de la montaña. Le acompaña Shannon, su mujer.
Poco a poco, los recuerdos de Roy van iluminando delante de nosotros veredas oscuras, secretos de familia que permanecen bien escondidos entre las nieblas del pasado. También los hechos del presente irán descubriéndonos detalles inesperados, pasiones acalladas durante años, miedos, mentiras… Nada es lo que parece, pero el autor no engaña a nadie, sencillamente consigue que seamos nosotros los que nos engañamos.
Y todo ello en un pueblo pequeño, ante unos habitantes que todo lo saben o lo imaginan o lo desean. Unos habitantes sometidos a un entorno hostil en el que las relaciones se contaminan de proximidad y también se convierten en algo hostil y peligroso.
Nací en León y empecé a leer antes de lo que recuerdo. La biblioteca de mi padre, también lector empedernido, fue mi tesoro: Verne, Salgari, Twain, Stevenson, Dumas…
Estudié Biología y he sido profesora de Biología y Geología en Secundaria, pero mi gran pasión ha seguido siendo la literatura, seguida del cine. Nada me gusta más que el hecho de que me cuenten bien una historia buena.
Nunca me he planteado escribir ficción, salvo algún relato corto para algún concurso. Pero sí me gusta escribir sobre lo que leo por lo que en octubre de 2014 puse en marcha mi blog, Cuéntame una historia, y hasta hoy. También colaboro con reseñas en la revista MoonMagazine.
Me puedes encontrar también en Facebook, Twitter e Instagram.